|
|
|
Hacia una educaci�n trascendente e innovadora: el aula de clases como �laboratorio� |
 |
La educaci�n y la formaci�n son la apuesta que una sociedad hace sobre s� misma. Bien vale la pena tambi�n, que como sociedad innovemos en la forma en que apreciamos el aula de clase en los diferentes �mbitos de la educaci�n. De no hacerlo, corremos el riesgo de generar un sistema educativo y formativo que no responda a las necesidades y aspiraciones de la sociedad, sus individuos y su sistema productivo.
Es indudable que la calidad de la educaci�n en sus diversos niveles debe ser un prop�sito fundamental; sin embargo no puede ser el �nico, ya que restringir la calidad a contenidos y competencias del docente en su disciplina, puede generar variados efectos contraproducentes para el sistema: estudiantes instruidos en informaciones irrelevantes para s� o cuya oportunidad de aplicaci�n para su entorno desestiman; docentes despreocupados del valor de su disciplina para sus disc�pulos y su entorno; o hallarnos ante una comunidad 'atrasada', resignada a un sinn�mero de problemas de cuya soluci�n nos sentimos desentendidos como actores. Claramente, todos ellos son efectos nefastos para una sociedad que compite y desea generar bienestar integralmente.
En la educaci�n superior, las tendencias actuales de rankings de universidades y acreditaci�n han generado sobre el docente la exigencia de especializar su capacitaci�n, investigar y publicar en revistas indexadas nacionales e internacionales. �Cu�ntos de estos contenidos son un camino de soluci�n para una sociedad de atrasos generalizados? sinceramente, menos de los necesarios si pretendemos una efectiva transformaci�n.
Es urgente que nuestra situaci�n problem�tica y retos sean insumos importantes para la educaci�n; ello nos permite conocernos y entendernos, lo que facilitar� nuestra apropiada evoluci�n. Por tal raz�n, un sistema educativo debe responder simult�neamente tanto a criterios de calidad, como a criterios de pertinencia, entendiendo por pertinencia, aquella capacidad de auto-transformaci�n que la sociedad genera para prosperar integralmente. Debemos entonces, promover una cultura de entender, investigar y analizar a partir de nuestra realidad en el aula de clase, no s�lo en las universidades, sino tambi�n, y en su justa proporci�n, en la educaci�n media, toda vez que los temas de cultura deban promoverse desde edades tempranas. Requerimos pues, que nuestros espacios de educaci�n propicien un entendimiento, investigaci�n y an�lisis de nuestro entorno y sus problem�ticas a trav�s de medios efectivos como la ciencia, la tecnolog�a y la innovaci�n.
La realidad muestra que en nuestras universidades y colegios son escasos los mecanismos e incentivos para que los docentes dediquen esfuerzo a entender su entorno, a socializarlo en el aula de clase y a generar din�micas con sus estudiantes para comprenderlas y vislumbrar posteriores soluciones. En ello, nuestro sistema tiene una gran tarea por hacer.
Un buen mecanismo para que la educaci�n cumpla con criterios de calidad y de pertinencia en sus niveles b�sico, medio y superior, es trabajar por nuevas concepciones del aula de clase, pens�ndolas como un espacio de entendimiento e investigaci�n de nuestras problem�ticas y reemplazando el espacio tradicional donde un conocedor de la materia, el profesor, 'instruye' a un ajeno de la misma, el estudiante. Debemos transformar este espacio hacia un efectivo y eficiente escenario reflexivo de saberes y contextos.
Bajo esta �ptica del espacio del aula de clase como 'laboratorio', las bondades son enormes por tratase de espacios de socializaci�n enriquecidos: all�, un estudiante podr�a conocer los problemas que tiene un empresario y con la gu�a de su profesor participar creativamente con ideas sobre mejores soluciones; un empresario podr�a contrastar y simular nuevos modelos y con la gu�a del profesor identificar aquel que se adecue a su empresa; un profesor podr�a identificar oportunidades de aplicaci�n de su experticia despu�s de conocer las pr�cticas que tiene su disciplina, en su entorno circundante.
El sistema educativo y las instituciones podr�an innovar creando los mecanismos que faciliten la generaci�n de estos espacios; lograr que las academias educativas se planteen preguntas como: �Qu� incentivos puedo dar a mis docentes para que lideren este proceso con sus estudiantes, su experticia y las realidades del entorno? �C�mo puedo interactuar con mi entorno a partir del aula de clase? �C�mo facilitar los ritmos acad�micos con aquellos de los actores del entorno?
Respondiendo a interrogantes simples como estos, toda instituci�n estar� d�ndole forma a los beneficios de la interacci�n con su medio, haciendo del aula de clase un 'laboratorio' y propiciando el aprendizaje con contexto, el entendimiento de problem�ticas y la generaci�n de un recurso humano activo en la construcci�n de la sociedad competitiva que todos anhelamos.
Fuente:http://www.colombiadigital.net/opinion/columnistas/artifice-innovacion/item/1320-hacia-una-educaci%C3%B3n-trascendente-e-innovadora-el-aula-de-clases-como-%E2%80%98laboratorio%E2%80%99html
|
|
|
 |
|
 |
|
|