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   Bogotá D.C., Octubre 12 de 2024
 
 
 
 

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PROYECCIÓN EDUCATIVA REGIONAL
Latinoamérica debe buscar un modelo educativo propio
Los criterios de calidad de este modelo deben medirse por el grado de igualdad y justicia social que promueven los sistemas escolares y no solo por la competencia cognitiva que desarrollan sus alumnos o profesores.

Así lo aseguró Pablo Gentili, secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) durante su visita a Medellín y a la Universidad Nacional de Colombia, la cual hace parte de la organización de la Conferencia trianual que se realizará en noviembre de 2015.

Al respecto, Gentili señaló que el tema de la educación en la región será uno de los más trascendentales a tratar durante el evento académico, social e institucional universitario, considerado como el más importante en el campo de las ciencias sociales y humanidades que se hace en América Latina.

Igualmente, dijo que Antioquia es un departamento que le ha atribuido a la educación una importancia central, a la vez que resaltó la labor de la Universidad Nacional de Colombia en lo que tiene que ver con su función social, pues le ha abierto las puertas a “una gran mayoría de los alumnos pertenecientes a los sectores más vulnerables y pobres de la nación”, cosa que no ocurre en países “más desarrollados” como Finlandia, Francia, Alemania e incluso Estados Unidos.

“Muchas de las universidades no enfrentan el problema de la incorporación al sistema universitario de grupos sociales que son la primera generación de universitarios de su familia, porque son países que han tenido un proceso de modernización y desarrollo social y educativo a lo largo del siglo XX muy consolidado”, señaló el representante de la Clacso.

En ese sentido, dijo que los rankings internacionales que miden por ejemplo a las mejores instituciones de educación superior del mundo, no tienen en cuenta entre sus indicadores ese factor, lo que muestra que la realidad de América Latina es muy diferente y se debe entender como tal.

Es así como manifestó que América Latina tiene que mirarse a sí misma en primer lugar en la educación, pero también en la economía y en las políticas urbanas, como una región que ha tenido grandes avances en la última década. “Somos la región del mundo donde hay mayor número de gobiernos progresistas, donde se han experimentado políticas de inclusión social de enorme relevancia y esto tiene un valor muy importante”.

Por eso, destacó que se está comenzando un proceso –todavía muy embrionario– de inclusión y promoción de derechos sociales gracias a la educación.

Gentili hizo, además, una crítica a los nuevos formatos que ha ido asumiendo América Latina y el mundo para la evaluación universitaria, los procesos de acreditación y los indicadores que se utilizan para medir “la supuesta calidad de nuestras instituciones académicas”.

Dijo que esos sistemas hay que ponerlos en contraste con las dinámicas y las lógicas de producción de conocimiento en el campo de las ciencias sociales y las humanidades, porque en realidad resultan insuficientes para analizar la calidad de dicha producción.

Y es que, según el director de la Clacso, los niveles de producción académica que utilizan muchas de las agencias nacionales de promoción de la ciencia y tecnología en la región, poco contribuyen a pensar el importante trabajo y contribución que las universidades hacen para el desarrollo de sus países.

Por ejemplo, hay excesiva valorización de la producción o publicación de artículos académicos con referato internacional que aparecen en los grandes índex internacionales de producción de conocimiento. “En general están muy basados en la producción académica anglosajona y en la consulta y citación que se hace de estos artículos por parte de una comunidad académica que no habla castellano”.

El funcionario agregó: “Si nosotros usamos esos parámetros para medir la calidad de nuestros investigadores, vamos a descubrir que solo tendríamos 3 o 4 que vale la pena apoyar o promover, que son los que publican en ese tipo de revistas”.

De esa manera, el directivo manifestó que no hay que desconocer la importancia que tienen los artículos académicos internacionales, pero es importante ver que hay otras formas de producción académica que se dan en Latinoamérica, las cuales tienen un impacto y una dimensión social muy amplia.

Finalmente, hizo un llamado a evitar que los consejos de investigación y ciencia de los países solo se fijen o imiten cosas que en otros son útiles. “Para nosotros muchas veces pueden ser condenatorios del gran trabajo que hacen en nuestras universidades”.


Fuente: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/categorias/cat/academia.html

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